¿Para que sirve un bosquejo en la predicación de un mensaje? ¿Qué relación tiene con el tema? ¿Qué importancia tendrá el orden en que se ponen los puntos?
PALABRA DE DIOS: Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.
Hechos 8:4,5.
INTRODUCCION:
¿Para que sirve un bosquejo en la predicación de un mensaje?
¿Qué relación tiene con el tema?
¿Qué importancia tendrá el orden en que se ponen los puntos?
En primer lugar tenemos que pensar que los puntos principales no deben ser menos de dos ni mayor de cinco. Es por la razón de que el tema de nuestro sermón es como una manzana y cuando queremos comérnosla no la vamos a masticar completa tenemos que cortarla en pedazos adecuados a nuestra boca. También no tienen que ser muchos debido que la gente olvida de que predico el hermano.
I. La palabra clave nos marca el rumbo de las divisiones principales.
Razones para aceptar a Cristo.
1. Por que el amor de Dios es eterno.
2. Por que el amor de Dios es verdadero.
3. Por que el amor de Dios es existencial.
II. Las divisiones principales deben tener una idea similar y singular a la del tema. No debe haber repetición de las ideas mismas en las divisiones principales.
Las divisiones principales deben tener coordinación, es decir coherencia y fluidez, para formar así una unidad lógica.
III. Las divisiones secundarias. Una vez que el Predicador tiene las divisiones principales, procede a desarrollarlas.
Una división principal no debe tener no menos de dos subdivisiones.
Las divisiones secundarias pueden desarrollarse a través de la interrogación, exposición, argumentación, aplicación e ilustración.
TAREA
¿Por qué el Predicador debe arreglar su sermón?.
Realice 5 temas sobre el capítulo 3 y arregle los sermones de tal forma que tengan puntos principales.
Ejemplo.
Base Bíblica: Santiago 3:1
Asunto:
Propósito:
Palabra clave: Responsabilidades
Tema: La responsabilidad de un maestro
Proposición:
Introducción:
O.T.
I. Impartir la verdad a la congregación.
II. Enseñar la palabra de Dios a la congregación.
III. Dar mayores cuentas a Dios como maestros.
Conclusión.
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